25 jul 2009

Las Neuronas Espejo Dr.V. Ramachandran



Vilayanur S. Ramachandran nació en 1951 en Tamil Nadu, en la India, y se graduó como médico en el colejo médico Stanley de Madrás, de donde salió para obtener su doctorado en el Colegio Trinity de la Universidad de Cambridge en las áreas de psicofísica y neurofisiología, además de realizar estudios de postdoctorado en Cal Tech. Actualmente es director del Centro para el Cerebro y la Cognición de la Universidad de California en San Diego, director del Laboratorio del Cerebro y el Proceso Perceptual y profesor del departamento de psicología y del programa de neurociencias en dicha universidad.

Ha recibido una larga cadena de honores y reconocimientos por sus más de 120 artículos científicos publicados

Se denominan neuronas espejo a una cierta clase de neuronas que se activan cuando un animal o persona desarrolla la misma actividad que está observando ejecutar por otro individuo, especialmente un congénere.

Las neuronas del individuo imitan como "reflejando" la acción de otro: así, el observador está él mismo realizando la acción del observado, de allí su nombre de "espejo". Tales neuronas habían sido observadas primeramente en primates, y luego se encontraron en humanos y algunas aves. En el ser humano se las encuentra en el área de Broca y en la corteza parietal.

En las neurociencias se supone que estas neuronas desempeñan un importante rol dentro de las capacidades cognitivas ligadas a la vida social, tales como la empatía (capacidad de ponerse en el lugar de otro) y la imitación. De aquí que algunos científicos consideren que la neurona espejo es uno de los más importantes descubrimientos de las neurociencias en la última década.
Por ejemplo, la manera como se activan en respuesta a algo observado. El descubrimiento de este mecanismo fue realizado alrededor de unos diez años atrás, y sugiere que todo lo que vemos hacer a otras personas, lo ejecutamos en nuestra mente. Este descubrimiento significa que nosotros ensayamos mentalmente, o imitamos la acción cuando la atestiguamos. Ya sea un salto de “rueda de carro” o una sonrisa sutil.

Esto explica la manera como aprendemos a sonreír, hablar, caminar, bailar o jugar tenis. A un nivel más profundo, sugiere una dinámica biológica que está en la base de nuestro entendimiento de las otras personas, el intercambio complejo de ideas que llamamos cultura, las disfunciones psico sociales, que pueden ir desde la falta de empatía, hasta el autismo. Cuando comprendemos las neuronas espejo, esto nos ayuda a darle sentido a muchos actos, como el contagio de bostezos, el sentir que nos caemos al ver caerse a otra persona, o la pena que sentimos al ver una escena triste.

Algunas personas que escuchan frases que describen acciones, activan un grupo de neuronas, al igual que lo hubieran hecho si ellas las hubieran ejecutado, o si son testigos de esa acción, viendo a otras personas haciéndolo. Lo notable es que se activan mediante una representación mental abstracta, que pudo haber sido visual o visceral.

Es decir, estas neuronas juegan un papel interesante en la comprensión de las intenciones de los otros, y también en la construcción social de las relaciones y la sensación de empatía.

Ramachandran piensa que las células espejo, juegan un papel esencial en el desarrollo de las habilidades sociales, las redes sociales, el conocimiento, y toda la estructura de la cultura, desde el uso de instrumentos, hasta el vibrar con Shakespeare, desde la caza en grupo de colaboración, hasta la danza de hip hop.

El cerebro no ha cambiado en mucho tiempo, el cambio se ha debido a la adaptación genética que le dan a las células espejo un papel específico para acelerar los avances en comprensión, comunicación y aprendizaje, La información se pudo difundir, edificar y modificar, para crear las bases de la cultura.

Es probable que estén implicadas en la influencia de los juegos violentos. Estos juegos refuerzan a un nivel muy básico neuronal, una asociación de placer y logro, asociados a infringir sufrimiento, una inercia que la sociedad no debería de querer impulsar. Iacoboni especula que las células espejo pueden estar detrás de la violencia imitada. Que puede suceder, sin que medie la consciencia. Es decir, que escape a nuestro control voluntario.

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