Carl Sagan: Ese pequeño punto azul pálido

Estamos aquí un punto azul pálido..
La sonda se encontraba muy lejos de casa..
La tierra aparece como un simple punto de luz
Pero precisamente debido a su insignificancia revelada de
nuestro mundo en la mitad del inmenso cosmos
En esta imagen no hay señal algún de seres humanos
Nada de nuestro trabajo en la superficie
Ni de nuestras maquinas, ni de nosotros mismos

Desde ese punto de vista no hay evidencia de nuestra obsesión nacionalista
Somos demasiados pequeños,
en la escala de los mundos somos insignificantes
Una fina capa de vida en un oscuro y solitario
Esto de aquí es nuestro hogar, eso somos nosotros,
en él están todos los que amamos
.

Todo aquel que conocemos y todos los seres humanos
quienes fueran que han vivido su vida,
el conjunto de nuestra alegría y sufrimiento.
Miles de religiones, ideologías y doctrinas económicas,…
cada héroe y cada cobarde..cada creador y destructor de civilizaciones…cada rey y cada plebeyo…cada pareja de enamorados…cada madre y padre…niños con esperanza..
cada formador de moral y cada corrupto…cada líder supremo…
cada santo y pecador de la historia de nuestra especie vivió aquí

La tierra no es más que un pequeño grano que forma parte de la vasta arena cósmica..piensa en los ríos de sangre..Derramados por cientos de generales y emperadores….para conseguir la gloria y los amos de los momentáneos de una fracción de un punto

Piensa en las crueles visitas sin fin…nuestros odios nuestras posturas, la falsa ilusión que tenemos de tener un lugar privilegiado en el universo son desafiados por este punto de luz
Nuestro planeta es una mota solitaria en la inmensidad de la oscuridad cósmica

Se ha dicho que la astronomía es una experiencia constructora de carácter y humildad, quizás no exista mayor demostración de la locura de la presunción humana que esta distante imagen (punto lejano) de nuestro diminuto mundo, recalca nuestra responsabilidad de compartir mas amablemente los unos con los otros… para preserva y cuidar..este puntito azul pálido, el único hogar que hemos conocido