Hay dos maneras de difundir la luz, ser la lámpara que la emite, o el espejo que la refleja". Lin Yutang
20 abr 2012
Dar las Gracias es la clave para la abundancia
Siempre comienza lo que sea con gratitud. Este es el consejo que nos llega de las enseñanzas contemplativas de la sabiduría del mundo de los índigenas.
La práctica de la gratitud controla dos padecimientos fundamentales que impregnan la experiencia humana. La primera puede ser caracterizada como una sensación de "insuficiencia" - no tener lo suficiente o no ser suficiente. Este sentido fundamental de la insatisfacción abre el camino a la segunda clase de sufrimiento - de estar incesantemente ocupado tratando de conseguir más o ser más, a fin de llenar de alguna manera este sentimiento interno de descontento y de carencia.
Vivir con una actitud interna de conciencia de escasez y pobreza, también nos hace presos a ser manipulados por fuerzas externas que nos dicen que vamos a encontrar la felicidad y la satisfacción - finalmente- si tan sólo adquirimos o consumimos tal o cuál producto, o, una vez que hayamos ido a tal o cuál lugar, etc.
Nuestra preocupación por la búsqueda de la satisfacción interna por medio de fuentes externas, nos mantiene en un interminable carrusel de ronda de actividades y distracciones siempre esperando y esperando a que llegue la felicidad desde afuera.
Después de que el placer temporal o sensación de logro se disipa y desaparece - como casi siempre ciertamente sucede - nos encontramos una vez más persiguiendo lo siguiente que nos llenará.
El milagro de la práctica de la gratitud es que, ésta revierte este patrón de mirar hacia el exterior para la satisfacción, y al instante nos pone en contacto con todos los dones y bendiciones que ya están presentes en nuestra vida. Cambiamos el giro del movimiento perpetuo en la rueda de buscar la felicidad desde el exterior, por la generación de la felicidad desde el interior y hacia afuera. Esta práctica es fácil de hacer y se puede hacer en cualquier lugar y en cualquier momento. Lo principal es comenzar a hacer esta práctica cada vez más a menudo, y cada vez con mayor regularidad, en tu vida.
Tanto las antiguas enseñanzas y la investigación médica moderna están de acuerdo en que una de las más rápidas y directas rutas las rutas a la restauración de la armonía y el equilibrio en nuestras vidas, es fomentando la gratitud y el reconocimiento. En el momento de pasar de un estado mental de negatividad o de juicio, a uno de apreciación, hay efectos inmediatos en muchos niveles de tu ser: la función del cerebro se vuelve más equilibrada, armonizada, y flexible; tu corazón empieza a bombear de forma mucho más coherente y con ritmo armonioso, los cambios bioquímicos desencadenan una serie de respuestas saludables a través de tu cuerpo. Especialmente en tiempos difíciles, recordar volver a la gratitud, es un acto de afirmación radical que construye tu capacidad de resistencia.
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