Los experimentos en el campo de las partículas elementales han llevado a los científicos a reconocer que la mente es capaz de crear. En palabras de Amit Goswani, profesor de física en la universidad de Oregón, el comportamiento de las micropartículas cambia dependiendo de lo que hace el observador: “cuando el observador mira, se comporta como una onda, cuando no lo hace, como una partícula”. Ello quiere decir que las expectativas del observador influyen en la Realidad de los laboratorios… y cada uno de nosotros está compuestos de millones de átomos.
Traducido al ámbito de la vida diaria, esto nos llevaría a que nuestra Realidad es, hasta cierto punto, producto de nuestras propias expectativas. Si una partícula (la mínima parte de materia que nos compone) puede comportarse como materia o como onda… Nosotros podemos hacer lo mismo.
Debemos animarnos a cambiar los paradigmas de nuestra vida, tal como lo plantea la física cuántica: si los pensamientos crean la realidad, nos invita a una vida más delicada, más consciente, más responsable. Donde nos hacemos soberanos de nuestros pensamientos, en aras a la construcción de un mundo realmente posible, gracias a la enorme energía de nuestras ondas cerebrales.
“Ver para creer? no!.. es creer, para ver!“
David Icke.
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