18 sept 2014

La Experiencia Divina



Somos la divinidad experimentándose a ella misma a través de nuestra propia experiencia. No es que nosotros seamos “Dios”, sino que lo que podríamos llamar “dios” o “misterio” se expresa a través nuestro, sin dejar de ser “Dios”.
Escribiré desde la incertidumbre, ya que parece ser lo único cierto. Toda seguridad es ilusoria.
Podríamos decir que muchos estamos de acuerdo en que existe lo absoluto, la totalidad, esa existencia donde la relatividad no tiene cabida y donde lo que es simplemente es. Esto podría ser la base que sustenta el mundo que conocemos a través de nuestra percepción (percepción limitada y “educada”, pero siempre susceptible de ampliarse). La realidad que experimentamos como humanos quizás sea la forma que tiene esta totalidad de experimentarse a ella misma, a través nuestro.
Somos la divinidad experimentándose a ella misma a través de nuestra propia experiencia. No es que nosotros seamos “Dios”, sino que lo que podríamos llamar “dios” o “misterio” se expresa a través nuestro, sin dejar de ser “dios”.
Eso tiene el camino humano, es una experiencia donde  podemos dejar que lo divino en nosotros se materialice. De aquí la importancia de irse limpiando, de irse despojando de ideas obsoletas y creencias limitantes, para ir abriendo las puertas de la percepción.
Las cosas son lo que son, no lo que creemos que son. Sin embargo, en el mundo simbólico que podría ser nuestra realidad, las cosas también son lo que creemos que son. De esto se desprende la importancia que tiene recordar que “estamos soñando”, que esta realidad es en verdad una trama energética, maleable, susceptible de ser imaginada, y por ende creada y re.creada infinitamente.
Al mismo tiempo, esta idea nos recuerda que hay un lenguaje simbólico ( de hecho el lenguaje siempre irá de la mano de la metáfora, ya que al comunicar algo, siempre lo sesgamos con nuestra batería de creencias, y al decodificarlo también lo hacemos desde esa misma plataforma. Todo es una interpretación), lenguaje que puede ser utilizado para “entender” el mundo.
¿Que hay que entender? Que nos sustenta la incertidumbre y el misterio, que lo que sabemos es en realidad lo que creemos que sabemos, y que se puede ir accediendo a esa esencia, a esa totalidad, ampliando nuestra percepción del mundo.
Nos ayuda en esta tarea el tener siempre presente que toda creencia, tradición, costumbre o educación son solo ideas inventadas, y que es útil ir de.construyendo mundos para ir creando nuevos mundos, mundos cada vez más próximos a esa totalidad/divinidad que nos sustenta.
Solo la creación de nuevos pensamientos abrirá la puerta a la creación de nuevos mundos. Lo que terminemos creyendo, nos terminará creando.

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