30 ago 2016

Leonardo BOFF: Dilma El golpe no es sólo contra la gobernanta, sino contra la democracia de carácter participativo y social.


En que se narra la condena de una gobernanta digna e inocente por una banda de corruptos de la mente y de las finanzas

Había una vez una nación grande por su extensión y por su pueblo alegre y, sin embargo, injustamente tratado. Mayoritariamente sufría la miseria en las grandes periferias de las ciudades y en el interior profundo. Durante siglos había sido gobernado por la pequeña élite del dinero que nunca se interesó por el destino del pueblo pobre. Al decir de un historiador mulato, el pueblo fue socialmente «capado y recapado, sangrado y resangrado».
Pero lentamente esos pobres se fueron organizando en movimientos de todo tipo, acumulando poder social y alimentando un sueño de otro Brasil. Consiguieron transformar el poder social en poder político. Ayudaron a fundar el Partido de los Trabajadores. Uno de sus miembros, superviviente de la gran tribulación y tornero mecánico, llegó a ser presidente. A pesar de las presiones y concesiones que sufrió por parte de los adinerados nacionales y transnacionales, consiguió abrir una brecha significativa en el sistema de dominación que le permitió hacer políticas sociales humanizadoras. Una parte de la población equivalente a Argentina entera salió de la miseria y del hambre. Miles de personas consiguieron su casita, con luz y energía. Negros y pobres tuvieron acceso, imposible antes, a la enseñanza técnica y superior. Pero sobre todo, sintieron recuperada su dignidad, siempre negada. Se vieron parte de la sociedad. Hasta podían comprar a plazos un utilitario o ir en avión a ver a sus parientes distantes. Esto irritó a la clase media, pues veía sus espacios ocupados. De ahí nació discriminación y odio contra ellos.
Y sucedió que el año 13 del gobierno Lula-Dilma Brasil ganó respetabilidad mundial. Pero la crisis de la economía y de las finanzas, por ser sistémica, nos alcanzó, provocando dificultades económicas y desempleo que obligó al gobierno a tomar fuertes medidas. La corrupción endémica en el país se densificó en Petrobras, implicando a altos estratos del PT, pero también de los principales partidos políticos. Un juez parcial, con rasgos de justiciero, enfocó prácticamente solo al PT. Especialmente los medios de comunicación conservadores consiguieron crear el estereotipo del PT como sinónimo de corrupción. Lo cual no es verdad, pues confunde la pequeña parcela con el todo correcto. Pero la corrupción condenable sirvió de pretexto a las élites adineradas, sus aliados históricos, para tramar un golpe parlamentario, ya que mediante las elecciones jamás triunfarían. Temiendo que ese curso vuelto hacia los más pobres se consolidase, decidieron liquidarlo. El método usado antes con Vargas y Jango, fue retomado ahora con el mismo pretexto «de combatir la corrupción», en realidad para ocultar su propia corrupción. Los golpistas usaron el Parlamento el 60% del cual está bajo acusación de delitos e irrespetaron a los 54 millones de votantes que eligieron a Dilma Rousseff.
Es importante dejar claro que detrás de este golpe parlamentario se anidan los intereses mezquinos y antisociales de los dueños del poder, mancomunados con la prensa que deforma los hechos y se hizo siempre socia de todos los golpes, juntamente con los partidos conservadores, con parte del Ministerio Público y de la Policía Militar (que sustituye a los tanques) y una parcela de la Corte Suprema que, indignamente, no guarda imparcialidad. El golpe no es sólo contra la gobernanta, sino contra la democracia de carácter participativo y social. Se trata de volver al neoliberalismo más descarado, atribuyendo casi todo al mercado que es siempre competitivo y nada cooperativo (por eso es conflictivo y anti-social). Para eso decidió demoler las políticas sociales, privatizar la sanidad, la educación y el petróleo y atacar las conquistas sociales de los trabajadores.
Contra la Presidenta no se identificó ningún crimen. De errores administrativos tolerables, hechos también por los gobiernos anteriores, se derivó la irresponsabilidad gubernamental contra la cual se aplicó un impeachment. Por un pequeño accidente de bicicleta, se condena a la Presidenta a muerte, castigo totalmente desproporcionado. De los 81 senadores que van a juzgarla más de 40 están imputados o investigados por otros delitos. La obligan a sentarse en al banco de los reos, donde deberían estar los que la condenan. Entre ellos se encuentran 5 ex-ministros.
La corrupción no es sólo monetaria. La peor es la corrupción de las mentes y los corazones, llenos de odio. Los senadores pro impeachment tienen la mente corrompida, pues saben que están condenando a una inocente. Pero la ceguera y los intereses corporativos prevalecen sobre los intereses de todo un pueblo.
Aquí es apropiada la dura sentencia del Apóstol Pablo: ellos aprisionan la verdad con la injusticia. Es lo que atrae la ira de Dios (Romanos 1,18). Los golpistas llevarán en la cabeza durante toda su vida la señal de Caín que asesinó a su hermano Abel. Ellos asesinaron la democracia. Su memoria será maldita por el crimen que cometieron. Y la ira divina pesará sobre ellos.          

28 ago 2016

Happy





HAPPY

 Happy es un viaje a través de los 5 continentes en búsqueda de las claves de la felicidad; sobre cómo encontrar un equilibrio entre la búsqueda del dinero, el éxito y el status social, junto con nuestras necesidades de contar con relaciones constructivas, salud y plenitud personal.
A través de relatos de vida de personas felices y los fundamentos de la Psicología Positiva (corriente científica que investiga el bienestar), “Happy” intenta mostrar cómo podemos lograr una vida más plena, sana y feliz.

26 ago 2016

Leonardo BOFF: Como hacer frente al fundamentalismo



Actualmente se produce en todo el mundo un aumento creciente del conservadurismo y de fenómenos fundamentalistas que se manifiestan por la homofobia, xenofobia, antifeminismo, racismo y todo tipo de discriminaciones.
El fundamentalista está convencido de que su verdad es la única y todo lo demás son desviaciones o  está fuera de la verdad. Esto es recurrente en los programas televisivos de las distintas iglesias pentecostales, incluyendo a sectores de la Iglesia Católica, pero también en el pensamiento único de sectores políticos. Piensan que sólo la verdad, la de ellos tiene derecho. El error hay que combatirlo. Este es el origen de los conflictos religiosos y  políticos. El fascismo empieza con este modo cerrado de ver las cosas.
¿Cómo vamos a hace frente a ese tipo de radicalismo? Hay muchas formas y creo que una de ellas consiste en rescatar el concepto bueno de relativismo, palabra que muchos no quieren oír. Pero en él hay mucha verdad.
Debe ser pensado en dos direcciones: En primer lugar, lo relativo quiere expresar el hecho de que todos estamos de alguna forma relacionados. En la  perspectiva de la física cuántica, la encíclica del Papa Francisco insiste sobre cómo cuidar de la Casa Común: «todo está íntimamente relacionado; todas las criaturas existen y dependen unas de otras» (n.137; 86). Por esta interrelación todos somos portadores de la misma humanidad. Somos una especie entre tantas, una familia.
En segundo lugar es importante comprender que cada uno es diferente y tiene valor por sí mismo, pero está siempre en relación con otros y sus modos de ser. De aquí que sea importante relativizar todos los modos de ser; ninguno de ellos es absoluto hasta el punto de invalidar los demás. Se impone también una actitud de respeto y de acogida de la diferencia porque, por el simple hecho de estar ahí, goza del derecho de existir y de coexistir
Es decir, nuestro modo de ser, de habitar el mundo, de pensar, de valorar y de comer no es absoluto. Hay otras mil formas diferentes de ser humanos, desde la forma de los esquimales siberianos, pasando por los yanomamis de Brasil, hasta llegar a los habitantes de las comunidades de la periferia y a los de las sofisticadas Alphavilles, donde viven las élites opulentas y temerosas. Lo mismo vale para las diferencias de cultura, de lengua, de religión, de ética y de ocio. 
Debemos ampliar la comprensión de lo humano mucho más allá de nuestra concreción. Vivimos en la fase de la geosociedad, sociedad mundial, una, múltiple y diferente.
Todas estas manifestaciones humanas son portadoras de valor y de verdad. Pero son un valor y una verdad relativos, es decir, relacionados unos con los otros, interrelacionados, ya que ninguno de ellos, tomado en sí mismo, es absoluto.
¿Entonces no hay verdad absoluta? ¿Vale el “everything goes” de algunos posmodernos? ¿Vale todo? No vale todo. Todo vale en la medida en que mantiene relación con los otros, respetándolos en su diferencia y no perjudicándolos.
Cada uno es portador de verdad pero nadie puede tener el monopolio de ella, ni una religión, ni una filosofía, ni un partido político, ni una ciencia. Todos, de alguna forma, participan de la verdad, pero pueden crecer hacia una comprensión más plena de la verdad, en la medida en que se relacionan.
Bien decía el poeta español Antonio Machado: «No tu verdad. La verdad. Y ven conmigo a buscarla. La tuya, guárdatela». Si la buscamos juntos, en el diálogo y en la relacionalidad recíproca, entonces va desapareciendo mi verdad para dar lugar a nuestra Verdad, comulgada por todos.
La ilusión de Occidente, de Estados Unidos y de Europa, es imaginar que la única ventana que da acceso a la verdad, a la religión verdadera, a la auténtica cultura y al saber crítico es su modo de ver y de vivir. Las demás ventanas solo muestran paisajes deformados.  
Pensando así se condenan a un fundamentalismo visceral que los hizo, en otro tiempo, organizar masacres al imponer su religión en América Latina y en África, y hoy haciendo guerras con gran mortandad de civiles para imponer la democracia en Iraq, Afganistán, Siria y en todo el Norte de África. Aquí se da también el fundamentalismo de tipo occidental.
Debemos hacer el buen uso del relativismo, inspirados, por ejemplo, en las artes culinarias. Hay una sola culinaria, la que prepara los alimentos humanos, pero se concreta en muchas formas y en las distintas cocinas: la minera, la nordestina, la japonesa, la china, la mejicana y otras.  
Nadie puede decir que sólo una es la verdadera y sabrosa, por ejemplo, la minera o la francesa, y que las otras no lo son. Todas son sabrosas a su manera y todas muestran la extraordinaria versatilidad del arte culinario.
¿Por qué con la verdad debería ser diferente? La base del fundamentalismo es esa arrogancia de que su modo de ser, su idea, su religión y su forma de gobierno es la mejor y la única válida en el mundo.
Leonardo BOFF

25 ago 2016

CÓMO DETENER EL HÁBITO MENTAL DE CRITICAR




La mente crítica vive buscando faltas en los demás en vez de encontrar las cualidades que tienen.Trabajar en detener este hábito ayuda a mejorar la calidad de nuestras relaciones e incluso alivia la relación que tenemos con nosotros mismos.

Si pasamos todos los días pensando que la gente que conocemos es negativa, viviremos con la sensación de estar en el lugar incorrecto y habitar el presente será complicado. Además, las relaciones que entablemos con los demás tendrán un fundamento frágil y débil, basado en juicios falsos. En cambio,atesorar las cualidades y mantenernos conectados con la bondad del mundo, nos entrena a agradecer e identificar todo lo bueno que ocurre a nuestro alrededor.

Desde el primer momento en que practicamos este cambio de perspectiva con consciencia, ya podremos ver los primeros cambios en nuestra vida. Sentenciar al otro nos pone en una posición superior que no es real, sino que parte del ego, y que fomenta una idea de control sobre las cosas que termina por chocar con la realidad; además de volverse una presión al momento de disfrutar lo que la vida nos da. En cambio, si podemos ignorar los juicios y simplemente agradecer la presencia del otro, crearemos vínculos fuertes y positivos que serán suficientes para sentirnos cómodos.

La relación que tenemos con nosotros mismos también cambiará al momento de detener el hábito mental de criticar. La mentalidad negativa que ve al mundo como algo insuficiente e inadecuado tiene su fundamento en la mente crítica que pretende ser un juez con los otros y con uno mismo. Así como criticamos a los demás, podemos llegar a ser realmente severos con lo que hacemos nosotros.¡Mejor reconoce todo lo que sí haces bien, al igual que los aciertos de los demás!

¿Cómo detener el hábito mental de criticar? Si bien es cierto que somos seres que observan y analizan lo que ocurre a su alrededor para poder comprenderlo, y que esto es parte del papel del juez, es importante adquirir una actitud neutra al observar. La mente que condena, sentencia y califica lo que mira es la que debe parar. Por ejemplo, en una situación cualquiera es importante reconocer todas las partes que participan en ella para entenderla sin realizar un juicio. Sólo observa, pero no califiques.Imagínate que para poder juzgar algo deberíamos conocer todos sus motivos. Necesitaríamos ser omnipresentes y eso no es posible. Por eso, reconoce lo que ocurre a tu alrededor, pero no alimentes tu perspectiva con juicios personales y negativos.

La mente interpretativa es opcional. La forma en que reaccionamos a lo que nos acercamos depende de nuestra voluntad. Así que la próxima vez que estés emitiendo juicios y calificando a los demás es mejor que consideres las virtudes por encima de los defectos, y todavía mejor, que puedas dejar de lado todas las premisas que tengas sobre lo que ocurre y mires a tu alrededor como si todo fuera algo nuevo. Es decir, sí hay que identificar lo que ocurre a nuestro alrededor, pero no debemos depositar en esta observación una serie de juicios de nuestra mente. Sensibilizarse al punto de vista de todas las personas sin emitir sentencias tiene beneficios para la gente a nuestro alrededor y para nuestro propio desarrollo espiritual.

En el siguiente video puedes escuchar a Venerable Damcho, quien se ordenó como monja en 1999, dedicando gran parte de su tiempo desde entonces a difundir el dharma en español, hablando sobre la importancia de detener el hábito mental de criticar.

24 ago 2016

10 CONSEJOS QUE RECIBIMOS ANTES DE VENIR AL PLANETA



Antes de encarnar, nos dan 10 consejos para poder estar preparado para la próxima vida, estos fragmentos, extraídos de un libro sagrado budista, hace alusión a 10 cosas que nos dicen antes de venir a este planeta:

1 – Recibirás un cuerpo, puede gustarte o no, pero aunque no te guste, será tuyo todo el tiempo que estés en la Tierra, aprende a aceptarlo sea cual sea tu opinión sobre él.

2 – Aprenderás lecciones, estarás inscrito de manera permanente a la escuela de la vida, por lo que cada día tendrás la oportunidad de aprender valiosas lecciones. Puedes amar esas lecciones o puedes en cambio considerarlas estúpidas e irrelevantes…

3 – Nunca habrá errores, sólo y únicamente lecciones. El crecimiento es un proceso de ensayo y en el que tenemos que experimentar el error muchas veces. Los experimentos o experiencias fallidas son parte del proceso, así como las experiencias que nos instan a trabajar…

4 – La lección se repetirá hasta que se aprenda, se presentará en diversas formas, y cuando la hayas aprendido te moverás hacia la siguiente.
5 – Las lecciones de aprendizaje es una tarea sin fin. No hay ninguna parte de la vida que no contenga lecciones. Si estás vivo, hay lecciones que deben ser aprendidas y enseñadas.

6 – Siempre desearás estar mejor en otro lado, más que en el que estás, pero no encontrarás bienestar hasta que entiendas que el aquí es el único lugar.

7 – Los otros son simplemente espejos de ti. No puedes amar u odiar algo de otra persona a menos que refleje algo que amas u odias en ti mismo.

8 – Lo que haces de tu vida es tu problema. Tiene todas las herramientas y recursos que necesita. Qué hacer con ellos no es asunto de nadie. La elección es suya.

9 – Las respuestas a las preguntas de la vida están en tu interior. Sólo tienes que mirar, escuchar y confiar.

10- Usted se olvidará de todo esto cuando llegue allí al planeta… y sin embargo será fácil de recordar si conectas contigo mismo a través de la sabiduría celestial.

Fuente: Despierta Vivimos en una Mentira
 http://www.sabiduriadelaluz.org/2016/07/10-consejos-que-recibimos-antes-de.html

22 ago 2016

Max Neef: “La economía neoliberal mata más gente que todos los ejércitos del mundo juntos,



"Seguir forzando el crecimiento para consumir más y seguir produciendo una infinita cantidad de cosas innecesarias, generando una de las instituciones más poderosas del mundo como lo es la publicidad, cuya función es una y muy clara: hacerte comprar aquello que no necesitas, con plata que no tienes, para impresionar a quienes no conoces. Eso evidentemente no puede ser sustentable", dijo el economista y autor de la tesis del desarrollo a escala humana.
El economista y ex candidato presidencial Manfred Max Neef cuestionó la obsesión por el crecimiento que genera la economía neoliberal, misma que a su juicio es "un fracaso tremendamente peligroso y brutal" y la responsable de gran parte "de todos los horrores que estamos viviendo en el mundo".

En una entrevista realizada por la revista En Torno, el autor de la tesis del desarrollo a escala humana afirmó que "esta economía neoliberal mata más gente que todos los ejércitos del mundo juntos, y no hay ningún acusado, no hay ningún preso, no hay ningún condenado. Todos los horrores que estamos viendo en el mundo, gran parte de ellos, tienen un trasfondo que está anclado a esta visión de tratamiento y práctica económica".
Y enfatizó que "la obsesión del crecimiento, para empezar, es un disparate. Porque una elemental ley natural, que todo el mundo conoce, es que todos los sistemas vivos crecen hasta un cierto punto en que dejan de crecer. Tú dejaste de crecer, yo dejé de crecer, el árbol grande deja de crecer, pero no deja de desarrollarse. Seguir forzando el crecimiento para consumir más y seguir produciendo una infinita cantidad de cosas innecesarias, generando una de las instituciones más poderosas del mundo, como lo es la publicidad, cuya función es una y muy clara: hacerte comprar aquello que no necesitas, con plata que no tienes, para impresionar a quienes no conoces. Eso evidentemente no puede ser sustentable".
Para Max Neef no es un problema sin solución. Y por ello cree que la alternativa es "la visión de la economía ecológica", ya que "a diferencia de la economía tradicional, la economía ecológica es una economía que está al servicio de la vida y tiene características fundamentalmente opuestas a la convencional".
"Hoy en día llegamos al extremo, comienzo del siglo XXI, en que hay más esclavos de los que había antes de la prohibición de la esclavitud en el siglo XIX. Esclavos en serio, no en sentido figurado, de los cuales el 60% son niños y las demás, principalmente, mujeres".
Sobre este punto explicó que "la economía convencional –que es la hija de la economía neoclásica– desde una visión ontológica, se sustenta en una visión mecánica, newtoniana: el humano, la economía y el mundo son mecánicos. Y en un mundo mecánico tú tienes sistemas que tienen partes. Partes que descompones, analizas y vuelves a armar. Del otro lado, la economía ecológica se sustenta en una visión orgánica. Los sistemas no tienen partes, sino que participantes, los cuales no son separables. Lo cual significa que todo está intrínsecamente unido y relacionado. Esto por lo demás ya es un mensaje que hace más de 90 años nos viene dando la física cuántica, pero ese mensaje ha tardado en llegar a las ciencias sociales".
El economista y ex rector de las universidades Bolivariana y Austral, enumeró "cinco postulados fundamentales y un principio valórico irrenunciable" que debieran sustentar la economía ecológica o cualquier otro nuevo sistema económico: "El postulado número uno: la economía está para servir a las personas y no las personas para servir a la economía; dos: el desarrollo tiene que ver con las personas y la vida, no con objetos; tres: crecimiento no es lo mismo que desarrollo, y el desarrollo no precisa necesariamente de crecimiento; cuatro: ninguna economía es posible al margen de los servicios que prestan los ecosistemas; y cinco: la economía es un subsistema de un sistema mayor y finito que es la biosfera, por lo tanto, el crecimiento permanente es imposible".
"Y el principio valórico irrenunciable que debe sustentar una nueva economía es que ningún interés económico, bajo ninguna circunstancia, puede estar por sobre la reverencia a la vida. Si tú recorres estos puntos vas a ver que lo que hoy tenemos –en la economía neoliberal– es exactamente lo contrario. Hoy en día llegamos al extremo, comienzo del siglo XXI, en que hay más esclavos de los que había antes de la prohibición de la esclavitud en el siglo XIX. Esclavos en serio, no en sentido figurado, de los cuales el 60% son niños y las demás, principalmente, mujeres", concluyó.

20 ago 2016

El Pan Integral es integro?





Mucha gente piensa que lo integral es más sano, pero ¿engorda menos? y sobre todo ¿es integral de verdad?
En España cada vez se come menos pan, y no es de extrañar, porque con honrosas excepciones, el pan suele ser de baja calidad, industrial y sin sabor. La industria alimentaria hace algo terrible con los cereales: los convierte en harinas refinadas. Eso quiere decir que del grano de cereal solo queda el almidón, que es el ingrediente principal del pan blanco.
En este proceso se elimina el germen, donde se encuentran los ácidos grasos esenciales y las vitaminas, y la cáscara, que contiene la fibra y los minerales. ¿Por qué? Porque la harina refinada se conserva durante más tiempo sin ponerse rancia. El pan blanco tiene muy poco valor nutricional,muchas calorías vacías y un índice glucémico muy elevado, lo que quiere decir que dispara tu insulina y contribuye a que acumules grasa.

No te fíes del color

Hay quien piensa que es más sano comer pan integral, y en parte tienen razón. El pan integral tiene un índice glucémico más bajo, y mantiene tus niveles e glucosa más tranquilos. Pero el pan integral no tiene menos calorías que el pan blanco, y en ocasiones tiene más. Ya sabes que las calorías no lo son todo, pero hay que medirlas si no te quieres pasar.
Por desgracia, la harina y los panes integrales que se encuentran en los supermercados no son realmente integrales. Por lo general están hechos de harina refinada a la que se añade salvado (la cáscara) más tarde. Esto aporta fibra y minerales, pero poco más. Por otro lado, los panes multicereal no tienen por qué ser integrales, pueden ser harinas refinadas de varios tipos. El color tampoco es una guía. El pan de centeno puede ser oscuro, pero fabricado con harina refinada, y en otros casos se añade caramelo como colorante.
Encontrar panes y harinas integrales de verdad es complicado. En algunos herbolarios tienen pan integral con grano completo, pero a precios elevados. Una alternativa interesante es el pan esenio o pan ezequiel, que se hace con los granos enteros germinados, conservando todas las proteínas, vitaminas y minerales, y que contiene menos almidón que el pan normal.
El pan integral, aunque sea falsamente integral, es una opción menos mala que el pan blanco, porque al menos consumes fibra. En general, intenta comer menos pan, pasta y cereales de desayuno, y más verduras y legumbres. Tu cuerpo te lo agradecerá.

18 ago 2016

El amor de pareja es incondicional?




En las películas vemos la pareja que se conocen, se enamoran y todo es perfecto. Parece que no tengan nunca problemas, sin embargo, la realidad es distinta. Muchas personas se casan y creen que el amor es para siempre, pero para mantener una relación de pareja, las personas necesitan invertir su tiempo y su cariño en la otra persona.
Establecer una sana relación de pareja es una ardua tarea que requiere la participación activa, alerta y creativa de dos personas que en un momento determinado sienten un gran amor el uno por el otro y deciden compartir sus vidas, con la común promesa de amarse y ser felices por el resto de sus vidas, promesa que ninguno de los dos puede asegurar que cumplirá. De ahí que lo que realmente se presenta es un deseo que puede llegar o no a ser una realidad y que jugará en ello la voluntad de ambos para hacer todo lo que esté a su alcance para que ese deseo sea posible. Y hablamos de vivir juntos con amor y no sólo de vivir juntos para siempre, porque la diferencia es altamente significativa.
Vivir juntos porque así lo prometimos, por los hijos, la religión, la familia, es muy distinto a vivir juntos porque nos amamos, compartimos valores, disfrutamos la compañía del otro, y somos capaces de inyectar pasión sin apartar la razón. Es la relación que podríamos llamar “sana”, donde sigue existiendo la atracción y el deseo, la alegría de un compartir recíproco y el amor que se da sin esperar nada a cambio, donde no existe esfuerzo para amar, se disfruta la buenaventura y se sufren las desventuras de la otra persona.
La atracción y el amor son sentimientos que surgen, que no se planifican. Por su parte, una pareja sí se construye, aunque obviamente, su origen parta de esa atracción inicial que poco a poco, o en algunos casos muy rápido, se va transformando en amor. Y en esa construcción y mantenimiento está implícita una tarea bastante laboriosa, tarea que, si así lo deciden ha de durar toda la vida.
Por supuesto no existe una receta o una guía que aplicada rigurosamente garantice una sana y funcional relación de pareja. Cada pareja es un ente distinto y en cada caso habrán de determinar las vías y elementos que los conducirán a su propio estilo. Lo que si es cierto, es que no importa cómo lo logren, lo sano o funcional de la relación siempre va a depender del mantenimiento del amor, el deseo y la reciprocidad compartida de los sabores y sinsabores.
El tiempo y la atención:
El tiempo y la atención que se dedique al otro son dos elementos muy importantes. Si disponemos de ambos y estamos preparados para ofrecérselas a esa relación, tendremos la mitad del camino abonado para recorrerlo con mayores probabilidades de éxito.
La mayoría de los fracasos matrimoniales y de pareja, así como la ruptura de las amistades, se deben a que las personas, o bien no tienen el suficiente interés en mantenerlas o no les dedican el tiempo y la atención suficiente.
Metafóricamente hablando, si no dedicamos tiempo para regar y cultivar una planta, ésta irremediablemente morirá. Al igual que las plantas mismas, las relaciones necesitan mucha dedicación, mucho tiempo y los frutos siempre aparecerán.
Falta de tiempo y atención a la relación, termina siendo sinónimo de desinterés, que suele derivarse en otros intereses que se manifestarán en más salidas con los amigos, más trabajo, nuevas actividades, cada vez hay menos cosas de las que hablar, menos cosas que compartir, menos interés por las cosas del otro, comportamientos que obviamente irán poco a poco deteriorando la relación hasta la muerte irremediable del amor, con la consecuente separación o el ficticio y traumático mantenimiento de la misma, por razones muy distintas a las originalmente proyectadas.
Aquí me permito citar a Walter Riso en su libro Deshojando Margaritas donde afirma “La responsabilidad asumida de compartir una vida sin nada de amor, es una de las formas más terribles de la esclavitud”
La comunicación:
Éste es uno de los aspectos más trillados. Es común escuchar “es que tenemos un problema de comunicación”. El punto está en precisar ¿Qué es lo que no estamos comunicando, qué específicamente en la comunicación está fallando?, estoy expresando lo que quiero o estoy esperando que mi pareja adivine, porque “…es que es tan obvio, que no tengo porque pedírselo…”. Esta especificidad puede dar un camino para abordar y tratar el problema, caso contrario estaremos girando en un círculo sin soluciones.
¿Qué tanto estamos asumiendo la responsabilidad de nuestra comunicación?. Si al hablar para tratar los problemas acusamos al otro, la reacción lógica será una defensa e inmediatamente un contraataque con su respectiva acusación, que convierte la posible conversación en una contienda donde difícilmente se puedan dilucidar acuerdos de mejora. Distinto sería si al hablar partimos de un yo o un nosotros. No es lo mismo decir tu me ofendes o tu me agredes, a decir yo me siento agredido cuando dices o actúas de esta u otra manera. No es lo mismo decir ya no me invitas al cine, que decir hemos dejado de ir al cine.
Otro aspecto muy importante en la manera como nos comunicamos tiene que ver con qué tanto escuchamos Vs. qué tanto interpretamos y sacamos conclusiones de lo que oímos o creímos haber oído, o incluso hasta agregamos a lo que oímos.
El saber escuchar es todo un arte. Escuchar es tener una actitud activa en la conversación, es mostrar interés y preguntar por aquellos aspectos que más le interesan también a su interlocutor. Es hacer que el otro se sienta escuchado. Es aclarar dudas en lugar de sacar conclusiones. Es dar retroalimentación de lo escuchado. No es “ya yo se lo que me quieres decir” es oír y luego repreguntar e incluso pedir también retroalimentación. Es dejar hablar sin interrumpir.
No es como yo creía
A muchas personas se les hace muy difícil lograr una relación de pareja duradera, y se ven inmersas en situaciones relativamente fugaces. Al principio de la relación todo marcha sobre ruedas. Todo es color de rosa. Con el correr del tiempo, comienza a ver los defectos de la otra persona que al principio no notaba. Desafortunadamente, la persona con la que se encuentra no es como realmente suponía y viene el desencanto.
Esto es algo que siempre puede pasar, ya que es imposible conocer el 100% de quienes nos rodean aunque convivamos con ellos durante largos años.
El concepto de nuestra media naranja, el príncipe azul o la dama de rosas, hace que endosemos a la otra persona la responsabilidad de nuestra satisfacción personal y plenitud emocional.
Nuestras creencias, las actitudes que adoptamos en relación con nosotros mismos y otras personas, las experiencias pasadas, nuestras expectativas sobre el momento actual y la manera en la cual experimentamos toda esta información, terminan convirtiéndose en grandes barreras para llegar a una sana y duradera relación. Todos tenemos virtudes y defectos y no hay un ser igual a otro. Es importante la flexibilidad. La otra persona puede complementar algunos aspectos pero no puede llenar un vacío existencial.
Una relación de pareja sólo es posible cuando ambos tienen la capacidad de danzar con sus afinidades y semejanzas, al mismo tiempo que reconocen y respetan sus diferencias.
Los valores
Este es otro de los aspectos fundamentales que van a permitir o impedir una sana relación de pareja que vale la pena considerar con cuidado.
Todos tenemos principios y valores que en más o menor medida son determinantes para el bienestar personal en función de la permanencia con la persona con la que se ha decidido compartir una vida.
La misma relación lleva implícita una serie de valores que deben ser compartidos y aportados por ambos. Es importante reflexionar sobre ¿cómo y cuáles son los valores que se establecen en mi relación de pareja?, ¿cuáles benefician la relación y cuáles no están y me gustaría tener o pedir? De la misma manera, ¿cómo estamos interpretando o entendiendo estos valores? Por ejemplo, cómo yo defino Respeto y cómo lo define mi pareja ¿estamos de acuerdo en esa definición? Una revisión, acuerdo en su definición y jerarquización de la importancia que damos a estos valores puede ser de mucha utilidad para la relación.
Una lista de valores puede ser muy larga. Sin embargo, según las personas que conformen la pareja, siempre habrá los que se considerarán más importantes. Podemos citar algunos como el respeto, la libertad, el placer, la confianza, el compañerismo, la diversión, el compartir, la fidelidad, la unidad espiritual, el reconocimiento, el sexo, la tolerancia, etc.
El amor y la monotonía
Cuando nos referimos al amor en una relación de pareja, podemos y es necesario hacer una distinción entre una primera fase donde existe mucho romanticismo y mucha pasión y una segunda fase donde entran a jugar otros elementos y donde la razón juega un papel fundamental.
La primera fase es relativamente muy corta, es la fase comúnmente llamada de “enamoramiento”. Ambos quieren estar juntos la mayor parte del tiempo, todo es disfrute, no hay defectos y sobre todo hay mucha pasión. Sin embargo, nos guste o no, esa intensidad del enamoramiento suele acabarse para dar paso a un amor más racional, que sí será la base para lograr una relación duradera, donde se da cabida a la razón, al esfuerzo y a la responsabilidad contraída cuando se ha tomado la decisión de llevar adelante un proyecto de vivir en pareja.
No es que el amor haya decaído, es simplemente una fase por la que se ha de pasar. El problema se presenta cuando en la siguiente etapa, que en definitiva será la más permanente, nos vamos descuidando y dejamos de avivar el fuego.
Este amor necesita estimularse y “sazonarse”, caso contrario la relación se irá haciendo más tediosa. Requiere de creatividad para revivir y mantener emoción, deseo y atracción. Si bien es cierto que el enamoramiento por definición dura poco, a toda relación se le puede inyectar ciertas dosis para “reenamorarnos” con cierta frecuencia a lo largo de la relación.
Un alto en el día a día para salir a cenar o compartir cualquier actividad que solía ser frecuente y agradable, unas “escapadas” sin los hijos, juegos sexuales, sorpresas. Sólo hay que poner a jugar la creatividad.

http://barcelonaalternativa.es/el-amor-de-pareja-es-incondicional/

16 ago 2016

Serenidad



“¿De dónde viene esta serenidad que emana del rostro de los sabios?
Simplemente es debido a que han conseguido superar el miedo de perder algo.
Se han elevado hasta esa cima en la que sienten que existe en ellos algo indestructible y que no puede serles arrebatado.
Pase lo que pase, el verdadero sabio sabe que la única realidad, en sí mismo y en todos los seres, es esta cima inaccesible al mal, que está al abrigo de todas las tribulaciones:
el espíritu, la chispa divina que Dios ha transmitido a la criatura humana.
Pero ¿cómo podemos llegar hasta ahí?
Trabajando en nosotros mismos, purificando nuestros pensamientos y nuestros sentimientos, con el fin de disolver poco a poco las capas opacas que nos separan de esta chispa y nos impiden sentir que ella es la única realidad.
Lo que la religión llama Providencia, deriva de esta certeza anclada en ciertos seres que la han experimentado, de que algo en ellos está absolutamente fuera de alcance y escapa a todas las vicisitudes

Saber navegar en las tormentas




“- Amigo sabio, ¿sentías momentos de tristeza y desánimo antes de alcanzar la iluminación? 
- Sí, a menudo. 
- Y ahora, después de alcanzar la iluminación, ¿sigues viviendo momentos de tristeza y desánimo? 
- Sí, también, pero ahora no me importan.”
(Tradición Budista)

A menudo, se tiene una idea equivocada de lo que significa crecer interiormente e iluminar nuestra vida de paz.
No se trata de transformarse en un vegetal indiferente a la lágrima y a la risa, sino en un Testigo Consciente de las contradicciones que vivimos y de la gran diversidad de tendencias que experimenta nuestra persona.
El Espíritu no niega al cuerpo, ni a las emociones, ni a la mente, sino que las incluye. 
Cuando desarrollamos la conciencia de espectador desde la que observar la propia mente y sus vericuetos, nos convertimos en testigos de lo que sucede, sea del signo que sea. El dolor y las consiguientes presiones que nuestro psicocuerpo experimenta en las curvas de la vida, lejos de ser resistidas y por tanto creadoras de sufrimiento, son aceptados desde ese espacio silencioso y lúcido en el que es la conciencia expandida. A partir de este desarrollo, aquello que anteriormente resultaba doloroso deja de ser una dura carga. Sucede que la vida ha sido abrazada con su plena diversidad y el mundo sigue desplegando sus fríos inviernos y sus primaveras soleadas. Uno entonces observa todo aquello que le pasa al cuerpo y a la mente como vehículos de la gran travesía.
Ya no se trata de pretender eliminar las tormentas de la vida, sino más bien de saber navegar durante las mismas, observando los miedos y ajustando las velas. En la visión global, todo lo que sucede tiene sentido y no se le opone resistencia. En realidad, uno se ha dado cuenta de que no puede cambiar el mundo. Las cosas simplemente ocurren. Lo que todavía nos importa y perturba sigue dando lecciones que señalan nuestra necesidad de desafección y de visión expandida.