7 ene 2014

Para el Pedro Gaviota que todos Somos



Juan Salvador era una gaviota diferente a las demás de su bandada, ya que éstas sólo se preocupaban por la comida. Juan, en cambio, tenía la pasión de aprender a volar lo mejor posible, por eso le echaron de la bandada. Mientras vivía en solitario, mejorando su técnica de vuelo, se le aparecieron dos gaviotas que le llevaron a otro mundo. Allí encontró gaviotas como él, las que prefieren volar a dormir y comer. También conoció a Rafael, su maestro de vuelo, y a la Gaviota Mayor, quien le enseñó técnicas que sólo conocía él. Un día la Gaviota Mayor murió, con lo que Juan decidió volver a su mundo.
Una vez vuelto a la Tierra, conoció a Pedro, una joven gaviota con los mismos deseos de aprender a volar que Juan al principio. Juan se convirtió en su maestro. Poco después se añadieron más aprendices que habían sido exiliados de sus bandadas. Juan decidió que ya era hora de volver a las bandadas. Al principio los miembros de las bandadas se resignaron a hacerles caso ya que las reglas de las gaviotas no permitían hablar con exiliados, pero poco tiempo después empezaron a sentir curiosidad y se unieron a ellos.
Juan Salvador Gaviota murió porque se dio cuenta de que Pedro podía sustituirle y enseñar técnicas de vuelo a todas las gaviotas que quisiesen aprenderlas.


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