Ocho de la noche, una concurrida avenida. La pareja ya está atrasada para
cenar con unos amigos. La dirección es nueva y ella consultó el mapa antes
de salir. Él conduce el coche. Ella le orienta y le pide para que gire en la
siguiente calle a la izquierda. Él, seguro, muy seguro, que es hacia la
derecha. Discuten. Al darse cuenta de que, además de los atrasos, podrían
quedarse de mal humor, Ella dejó que él decida. Él gira a la derecha y luego
se da cuenta de que estaba equivocado. Aunque es difícil, admite que
insistió en el camino equivocado, al tiempo que hace el retorno. Ella sonríe
y dice que no hay ningún problema si llegan unos minutos mas tarde.
Pero Él insiste en saber:
-Si tenias tanta seguridad de que iba por el camino equivocado, deberías
haber insistido un poco más...
Y Ella dice:
-Entre Tener Razón y Ser Feliz, prefiero Ser Feliz. Estábamos a punto de una
discusión, si insistía más, ¡habríamos estropeado la noche!
Desconozco el Autor
Tomado de un envio SILVIA AYBAR EZQUERRA que me parecio muy interesante, ya que son situaciones que se dan en la vida diaria y no solo dentro del el matrimonio. Vale la pena reflexionarlo, a veces se hacen tormentas de algo sin importancia y pasajero y luego quedan las heridas que demoran en cicatrizar
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