10 mar 2014

Cocinar puede convertirse en una oración



Cocinar puede convertirse en una oración. Sólo entonces eres religioso
Olvídate por completo de las experiencias trascendentales
 Éstas son las experiencias reales: esta sensibilidad que está creciendo en ti, esta receptividad que se está haciendo más profunda cada momento, esta alegría de la existencia, de la vida, de ser, del amor.
No pienses en tener visiones espirituales: Dios sentado en un trono dorado.. Todo eso son fantasías de mentes famélicas. No pienses en algo extraordinario. Si eres inteligente, si estás alerta, lo ordinario se vuelve extraordinario. Y ésa es la magia que os enseño.
Os estoy dando una alquimia. Sí, cocinar puede convertirse en una oración. Sólo entonces eres religioso. Si cocinar puede convertirse en una oración, sólo entonces.
Si fregar el suelo puede convertirse en una meditación, sólo entonces
La vida ordinaria sólo es ordinaria porque tú estás dormido.
Sólo es ordinaria porque tú no tienes percepción para ver su profundidad.
No ves los colores de la vida y las formas hermosas de la vida y la bendición eterna que sigue irradiándose a cada momento de ella. Es un continuo. Porque no puedes ver la belleza de un amanecer y no puedes ver la belleza de las estrellas por la noche, y porque no puedes ver la belleza de los ojos humanos; por eso, de esa pobreza surge el deseo de alguna experiencia trascendental: experimentar a Dios, el cielo, el paraíso; experimentar la activación del poder de la serpiente en tu columna. Experimentar estas cosas son juegos mentales.
La verdadera religión es siempre del aquí y el ahora.
Si no puedes disfrutar las pequeñas cosas de la vida, si no puedes beber tu té con celebración, no eres religioso en absoluto. Puedes ir a la Kaaba o a Jerusalén o puedes ir a Kashi; nunca serás religioso en ninguna parte si no puedes beber té con absoluta gratitud. Y el aroma del té, y el hermoso olor que está surgiendo… si no puedes sentirlo, si no eres lo suficientemente sensual para sentirlo, no serás capaz de sentir a Dios, porque Dios es el centro de todo.
Dios no es la causa original y Dios no es el objetivo supremo. Dios es el centro de toda circunstancia que puedas encontrar en cualquier momento de tu vida: Dios es el centro de la mujer de la que te has enamorado, Dios es el centro del hombre del que te has hecho amigo.
Dios es el centro de todo lo que encuentras. Dios significa el centro, y el mundo significa la periferia, la circunferencia. Y nunca están separados. Y el centro estáoculto en la circunferencia.
Ser sensual significa tomar conciencia de la circunferencia, y ser espiritual significa tomar conciencia del centro.
Osho, El secreto de los secretos. Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada

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