
La respiración solamente se está recibiendo para luego dejarla salir. Cuando tu mente deambule, como suele hacer inevitablemente, tráela suavemente de nuevo a la respiración.La práctica de respirar puede brindar mayor gozo, paz y calma a tu vida, sin hacer un esfuerzo. Tal vez también incremente tu conciencia de la conexión que hay entre la respiración y el Espíritu.
Cuando nos volvemos conscientes de esa conexión, sucede algo expansivo dentro de nosotros.Enfocarse en la respiración constituye una puerta de entrada accesible y siempre presente a nuestro amor.
John-Roger con Paul KayeDe: Momentum. Prácticas Simples para la Vida Espiritual
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