Mensajes que todos que nos envian:
SER PAZ
Y
QUE LA PAZ PREVALEZCA
Somos Uno con Dios, la energía que nos creó. La inteligencia suprema que habita en el Universo y da vida a todo lo que hay dentro de él. Cualquiera que sea el nombre que le des: Fuente, Padre-Madre, Origen, Gran Espíritu, Divinidad, Energía Cósmica, Creador, Poder Superior… eso depende de ti.
Si Dios está en todos lados, quiere decir que también está dentro de nosotros y nosotros dentro de él. Mientras tengamos claro esto, todo es posible.
La conciencia de Unidad comienza con el reconocimiento de que todo el Universo está unido; que forma parte de la misma red, la misma energía creadora, la cual es inseparable de sí misma. Si la divinidad todo lo sabe, todo lo puede y todo lo es, vive en ti y en todo lo que te rodea. Entre más conciencia tengas de esta verdad, más se llenará tu realidad de la presencia divina. A eso le llamamos regresar a casa. De eso va nuestro viaje en esta rueda maravillosa de experiencias y aprendizajes.
Cada vida es una oportunidad de experimentar distintas formas, géneros, actitudes; de actuar distintos papeles y jugar diferentes roles. Y dentro de cada encarnación puedes vivenciar una gama infinita de emociones y oportunidades. Puedes hacer de tu vida el mayor acto de concreción de sueños. Y todo esto, gracias a uno de los más preciados regalos que nos ha hecho el Padre; el libre albedrío. Contamos con la capacidad de decidir hacia dónde vamos, cómo afrontamos y en dónde atendemos y enfocamos.
Cada persona con la que te topas es una importante herramienta de crecimiento y un maravilloso espejo donde puedes mirarte desde el punto de vista del otro y simultáneamente desde tu interior al conocerte. Cada relación es una forma de trascendencia, de procesamiento de experiencias y de ejercicio de observación del ego. Cada sensación es una forma de percibir, de conocer, de comprender.
Estás aquí para sentir, para aprender, para amar y sobre todo: para Ser.
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