15 feb 2014

LA MUERTE: UN AMANECER



LA MUERTE NO ES EL FINAL (San Agustín de Hipona a su madre)

No llores si me amas...

¡Si conocieras el don de Dios y lo que es el Cielo!
¡Si pudieras oir el cántico de los Ángeles y verme en medio de ellos!

¡Si pudieras ver desarrollarse ante tus ojos los horizontes,
los campos eternos y los nuevos senderos que atravieso!

¡Si por un instante pudieras contemplar, como yo,
la belleza ante la cual todas las bellezas palidecen!

¡Cómo! ¿Tú me has visto, me has amado en el país de las sombras
y no te resignas a verme y amarme en el país de las inmutables realidades?

Créeme; cuando la muerte venga a romper las ligaduras,
como ha roto las que a mí me encadenaban,
y cuando un día, que Dios ha fijado y conoce,
tu alma venga a este Cielo en que te ha precedido la mía,
ese día volverás a ver a aquel que te amaba y que siempre te ama,
y encontrarás tu corazón con todas sus ternuras purificadas.

Volverás a verme, pero transfigurado,
extático y feliz, no ya esperando la muerte,
sino avanzando contigo,
que me llevarás de la mano por los senderos nuevos de la luz y de la vida,
bebiendo con embriaguez a los pies de Dios
un néctar del cual nadie se saciará jamás.

Enjuga tu llanto y no llores si me amas...

Lo que éramos el uno para el otro, seguimos siéndolo.
La muerte no es nada.
No he hecho nada más que pasar al otro lado.
Yo sigo siendo yo.
Tú sigues siendo tú.

Lo que éramos el uno para el otro, seguimos siéndolo.
Dame el nombre que siempre me diste.
Háblame como siempre me hablaste.
No emplees un tono distinto.
No adoptes una expresión solemne, ni triste,
sigue riendo de lo que nos hacia reír juntos.

Reza, sonríe, piensa en mí, reza conmigo.
Que mi nombre se pronuncie en casa como siempre lo fue,
sin énfasis alguno, sin huella alguna de sombra.
La vida es lo que siempre fue: el hilo no se ha cortado,
¿Por qué habría de estar yo fuera de tus pensamientos?
¿sólo porque estoy fuera de tu vista?
No estoy lejos... tan solo a la vuelta del camino.

Lo ves, todo está bien…
Volverás a encontrar mi corazón, volverás a encontrar su ternura acendrada.

Enjuga tus lágrimas y no llores si me amas.

Con todo mi cariño, con toda tu alegría

S Agustín.

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Cuando muera,
cuando mi ataúd
este siendo sacado
nunca debes pensar
que me perderé de este mundo

No derrames ninguna lágrima,
no se lamenten o
sientan pena,
no estoy cayendo 
a un abismo monstruoso

Cuando veas
mi cuerpo siendo cargado,
no llores por mi partida,
no estoy partiendo,
estoy llegando al amor eterno

Cuando me dejes
en la tumba
no digas adiós,
recuerdo una tumba
sólo una cortina
para el paraíso detrás

Solo me verás
descender a la fosa.
Ahora mira como me levanto
¿cómo puede ser un fin
cuando el sol se pone o
la luna desciende?

Parece el final
parece como una puesta de sol
pero en realidad se trata de un amanecer
cuando la tumba te encierra
es cuando tu alma se libera

¿Alguna vez has visto
una semilla caída en la tierra
no ascender con una nueva vida?
¿por qué dudar de la ascensión
de una semilla llamada humano?

¿Alguna vez has visto
un cubo bajando en un pozo
volver vacío?
¿Por qué lamentarse por un alma
cuando puede volver
como José desde el pozo?

Cuando por última vez
se cierra tu boca,
tus palabras y el alma
pertenecerá al mundo del
no lugar, no tiempo" -


Rumi


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