"La duda suele ser el principio de la sabiduría"
En libertad, los delfines se agrupan formando manadas, a veces de más de cien individuos, que acompañan a las grandes corrientes y constituyen con sus saltos un motivo de diversión para los pasajeros de barcos y cruceros.
El delfín tiene una forma de nadar característica, saltando y hundiéndose rítmicamente en el agua como si cabalgara en las olas. Esto se debe a que por ser mamífero, necesita subir a la superficie para respirar, cosa que hace cada vez que asoma la cabeza.
La gestación (embarazo) de una delfín dura 12 meses y una vez que haya nacido, el bebé delfín se queda con su madre de 3 a 6 años. Durante este periodo aprende técnicas de pescar y hábitos sociales. Los delfines conviven en grupos relativamente pequeños y de vez en cuando visitan otros grupos sin que esto suponga un problema.
Los delfines son muy solidarios. Si un delfín se está muriendo, otros delfines de su grupo vendrán a ayudarle, apoyándole todos con su cuerpo para que el agujero que utiliza para respirar se mantenga por encima del nivel del agua.
El mayor peligro para los delfines son los tiburones y el hombre, que amenaza al delfín a través de la caza directa, contaminación y porque muchas veces se quedan atrapados en las redes de barcos que pescan otro tipo de pescado como el atún.
Los delfines utilizan gestos para comunicarse, pero también se comunican a través de un ruido que parece a un silbido. Algunas investigaciones en la vida de los delfines parecen demostrar que al nacer un delfín, su madre le silba una y otra vez para que su bebé reconozca su voz y para ayudar al bebé a crear su propia "firma" de voz. Se cree que cada delfín tiene su propia "firma" - un silbido personal que es único, como la firma de las personas.
Para obtener información sobre el ambiente, los delfines emiten sonidos cuya frecuencia oscila entre menos de 2.000 y más de 100.000 Hz. Podemos percibir los que son audibles para nosotros como una serie de golpecitos, que pueden darse como sonidos individuales o como una sucesión de sonidos unidos entre sí.
El delfín, y otros miembros del suborden de los odontocetos, o cetáceos con dientes, pueden determinar no sólo la distancia y el rumbo, sino también el tamaño, la forma, la textura y la densidad de los objetos. Además, también pueden recibir más información que nosotros por el mero hecho de alterar el tono de uno de los golpecitos dentro de la sucesión y, como cada golpecito que rebota es diferente, puede hacerles llegar un mensaje diferente. De este modo, una sola sucesión de ecos produce una compleja imagen mental de un objeto.
Para obtener información sobre el ambiente, los delfines emiten sonidos cuya frecuencia oscila entre menos de 2.000 y más de 100.000 Hz. Podemos percibir los que son audibles para nosotros como una serie de golpecitos, que pueden darse como sonidos individuales o como una sucesión de sonidos unidos entre sí.
El delfín, y otros miembros del suborden de los odontocetos, o cetáceos con dientes, pueden determinar no sólo la distancia y el rumbo, sino también el tamaño, la forma, la textura y la densidad de los objetos. Además, también pueden recibir más información que nosotros por el mero hecho de alterar el tono de uno de los golpecitos dentro de la sucesión y, como cada golpecito que rebota es diferente, puede hacerles llegar un mensaje diferente. De este modo, una sola sucesión de ecos produce una compleja imagen mental de un objeto.
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