"¿Por qué está descontento el hombre? Porque compara. Y toda comparación es falsa porque está absolutamente solo. No hay nadie que sea como tú, entonces toda comparación es falsa. Cada ser humano es único, así que es imposible compararlo.
Pero tú sigues comparando.Te han enseñado a comparar. Toda tu educación depende de la comparación, y depende de la comparación porque quiere crear en ti una fiebre competitiva...
La sociedad aún no ha descubierto ningún modo mejor de hacerte creativo: "Compite, compara, vence, lega al primer puesto". Te enseña conflicto y violencia.Y para estar en conflicto, naturalmente te enseña a estar descontento contigo mismo, de no ser así, ¿cómo mejorarás?.
Te da grandes ideales: "Tienes que ser así". Y entonces repentinamente te ves tan corto, tan pequeño, tan diminuto, tan trivial. Te encoges, surge en ti un gran rechazo, empiezas a odiarte.
Esa es toda la desdicha por la que está pasando la gente.Yo te enseño aceptación. No hay necesidad de competir, no hay necesidad de comparar, no hay necesidad de ser ambicioso. Entonces te da miedo: "Si no hay ambición ni competencia ni comparación, ¿cómo voy a crecer entonces?".
El crecimiento no tiene nada que ver con esas cosas. El crecimiento tiene que ver con la energía, el crecimiento es un fenómeno energético. Cuando no comparas, cuando no compites, cuando no eres ambicioso, cuando no quieres ser otro que el que eres, acumulas mucha energía, porque toda esa energía que se gastaba en la competencia y el conflicto, ya no se gasta más. Tienes una gran reserva de energía.De esa energía viene la creatividad.
La creatividad no tiene nada que ver con la competencia, tiene que ver con la energía desbordante...Cuando estás desbordando de energía, radiante de energía, encendido de energía, ésta se convierte en creatividad".
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