8 mar 2012

Satish Kumar- Cambio de paradigma



Con nuestra arrogancia, los humanos hemos asumido que somos los dueños de la naturaleza y que podemos causar confusión y devastar todo lo que nos rodea aunque nos perjudique a nosotros mismos. Cuando no impongamos violencia sobre los demás, los demás no impondrán violencia sobre nosotros. El resultado de la no violencia es la paz a todos los niveles. Paz personal, paz mundial, paz con la naturaleza.

Sin paz interior no puede alcanzarse ninguna otra forma de paz. Si alcanzo un nivel de paz conmigo mismo, entonces no temeré a nadie. Pero si no soy capaz de superar mis propios temores, entonces a los líderes políticos y militares les resultará muy sencillo provocar en mí temor hacia un enemigo externo. Así que, a menos que comience a hacer las paces conmigo mismo, no habrá paz en el mundo. La paz interior debe traducirse en paz mundial. No puedo encerrarme en la serenidad de mi paz interior y olvidarme del mundo. No puedo sentarme a meditar tranquilamente mientras las armas nucleares se amontonan. La acción no violenta para traer la paz al mundo es una consecuencia natural de la paz interior.

La paz mundial está en comunión con la paz con la naturaleza. Cuando las naciones luchan, cuando se tiran bombas, no sólo son asesinados seres humanos; también se destruyen hábitats naturales. Pero nadie cuantifica estos daños. Es importante estar en paz con la naturaleza aunque no haya guerras, pues los conflictos con la naturaleza provocan conflictos entre las naciones. La mayoría de las guerras se originan para proteger los recursos y los mercados. Los motivos son cada vez menos políticos y más y más económicos. Todas las guerras son en contra de la naturaleza puesto que implican una tremenda contaminación del aire, del mar y de la tierra; las minas son un claro ejemplo de ello. Por eso las naciones tienen que llegar al acuerdo unánime para que, sea cual sea su disputa, las únicas vías para solucionar el conflicto sean la diplomacia y la no violencia. Ésta jamás debe utilizarse.

Desde luego que esto no ocurrirá de la noche a la mañana, pero si pudiera ser una nueva resolución y si, paso a paso, el mundo pudiera trabajar hacia esta meta, algún día podríamos establecer un orden social de no violencia. Tras la estela de la guerra nuclear, química y biológica, del calentamiento global, de la destrucción de la capa de ozono y del hambre mundial, ahora la dura elección es entre la no violencia y la no existencia. Satish Kumar

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