Parece encarnar en sí toda la alegría y la pasión del “otro mundo posible”. La dura lucha a la que tan a menudo se ve abocada, no merman sonrisa en sus labios, color en su tradicional e inseparable atuendo, el shari. Se crece en los numerosos frentes que atiende, en los numerosos desafíos que sostiene, no sólo en la India, sino en el mundo entero.
Despide energía por todos los poros. Pasea permanentemente su rostro encendido. Su teléfono móvil tampoco calla pues tal es la cantidad de grupos, redes y movimientos que ella dinamiza.
Logramos sentar a esta pensadora provocadora y dinámica, unos minutos, para que nos hable y revele algo de su humano, pero sobre todo de su divino. Nos consta que ahí dentro es donde se nutre. Su visión a veces dura y crítica con respecto a la situación mundial, están apoyados en una sólida formación académica, pero también en profundas convicciones espirituales.
Quizá lo que muchos no sepan es que esta india universal, comprometida como nadie con las causas de su país y su tiempo, es una mujer de profundas convicciones espirituales. Es en su interior donde halla la fe para después desplegar ese activismo que ha hecho temblar a los más poderosos, donde encuentra la fuerza para movilizar en la India a millones de campesinos, donde cobra el impulso para acudir a la primera línea en defensa de la Madre Tierra, de los productos no adulterados, de las gentes más marginadas…
A la ganadora del premio Nobel alternativo de la paz (premio Right Livelihood Award) no sólo le preocupa la ecología de afuera. A lo largo de la entrevista la vemos especialmente sensibilizada por el cuidado de ese medio ambiente más interior, por ese huerto sagrado a veces igualmente descuidado de más adentro.
La líder ecologista conocida a nivel mundial, es también adalid del diálogo interreligioso. Cree firmemente en las fes que se enlazan, no en las que se desgarran. En una India tan a menudo sacudida por los pirómanos del fundamentalismo, hace votos y continuos esfuerzos a favor del encuentro interreligioso.
La India es aún un foco de espiritualidad en el mundo?
Creo que India sigue siendo foco de espiritualidad. Las raíces espirituales perduran a pesar de la globalización homogeneizante.
Espiritualidad es estar conectado. La religiosidad india nos permite una estrecha conexión con nosotros mismos y con el cosmos.
Hay muchas voces que apuntan el traslado de ese foco a los Andes…
Yo vengo de cerca de los Himalayas. Quiero pensar que nuestra tierra va a seguir siendo tierra sagrada, va a seguir siendo santa. La devoción ancestral por nuestros antepasados es parte de una espiritualidad aún vigente.
No se trata de establecer una competencia con otros países o montañas. ¿Por qué no ambos lugares, por qué no dos antenas, Andes e Himalaya? Creo que la geografía energética no es secreta. Los lugares no están separados de la gente. Por encima de todo es la propia población la que sacraliza los lugares. Un lugar se torna sagrado, porque su gente adquiere la conciencia de que habita un lugar sagrado y así se manifiesta. Los indígenas de los Andes están plenamente imbuidos de esa conciencia. Su energía alimenta esa sacralidad. Definitivamente la gente crea los espacios sagrados.
En estos momentos en el Tíbet hay más gentes con conciencia materialista. Hay, por poner un ejemplo, muchas maniobras militares y pocas personas rezando. Esto evidentemente tiene su influencia.
¿Dónde se quiebra esa conexión entre nosotros y el cosmos?
La misma cultura que nos conecta a una realidad cósmica, nos proporciona un sentido de responsabilidad respecto al lugar en el que nos encontramos. La globalización homogeneizante de la cultura significa la interrupción de esa vinculación con la realidad cósmica y la dejación de responsabilidades con respecto al lugar concreto que habitamos.
¿La globalización social y económica ha logrado ahogar la diversidad cultural y espiritual?
Ésa es la razón de nuestra resistencia. Pondré un ejemplo. Uno de los grandes movimientos en que estoy implicada es el de la oposición a la privatización del río Ganges. Se quiere vender sus aguas a los suizos. Para nosotros el Ganjes siempre ha sido un río sagrado, es la fuente de conexión con nuestros antepasados. No podemos dejar en manos de las corporaciones internacionales nuestra propia agua.
Recientemente viajé de Bangalore a Mysore y algo que me impresionó fue la gran tala de árboles que se había cometido. Habían sido cortados árboles centenarios para construir una carretera que permitía ganar diez minutos en el desplazamiento de una ciudad a la otra. Esto es inaceptable. Para nosotros los árboles también son sagrados.
¿Dónde encuentra Vandana Shiva tanta fuerza para sus luchas incansables?
La gente olvida que el verdadero poder viene de la humildad. La experiencia del poder que viene de la arrogancia nos lleva a la crisis.
El camino de la humildad es bien otro. Este camino nos muestra que yo solo no soy nada, pero que unido al universo soy poderoso. El universo es perfecto y si yo sigo sus leyes, entro en su plan, me ayuda. Entonces puedo mucho. Paradójicamente la humildad es la fuente de toda fuerza. Ser humildes es lo que nos empodera.
¿Están Islam y Occidente sumidos en un conflicto de tiempo, en una confrontación de tradición y modernidad…?
No hay un tiempo de modernidad y otro de tradición. El tiempo que se llama de modernidad es a menudo el tiempo de los dominantes.
No creo que haya choque entre Islam y Occidente, creo en el encuentro. Aún perdura una reminiscencia del espíritu conquistador en Europa. Es preciso recordar que por ejemplo, España no sería lo que hoy es, si no hubiera vivido en su geografía ese cruce cultural tan crucial con el Islam. En un acto de humildad hemos de reconocer lo que hemos recibido el uno del otro, una cultura de la otra.
En India tenemos muchos ejemplos de esa aportación cultural extranjera. La imagen más emblemática de la India es el Tadj Mahal. Yo no puedo arremeter contra él porque su arquitectura es de influencia mogola. ¿Cómo voy a pretender destruirlo porque lo construyeron nuestros vecinos?
¿Ve frutos en su empeño de acercamiento religioso en la India?
Personalmente me siento contenta porque otras religiones se han implicado con nosotros en la defensa del Ganges. Han comprendido la raíz de nuestro sincretismo cultural, conciben el Ganges al igual que nosotros como Diosa Madre de todos. Juntos hemos de oponernos a la unificación homogeneizante y a los que pretenden acabar con la diversidad cultural y espiritual.
¿Cómo vive Vd. la espiritualidad?
Se trata de que cada quien halle dentro de sí el centro de su propia espiritualidad, pero al mismo tiempo se sienta parte del cosmos infinito. Espiritualidad es esa síntesis de la experiencia personal y colectiva.
La idea de cómo interpretar la espiritualidad tendrá una importancia definitiva en el futuro. Ante la humanidad se abre el camino de la religión cerrada o el de la espiritualidad abierta. Religión quiere decir religar, pero a las religiones institucionalizadas sirven más bien para separar.
Compruebo que le gusta más la palabra “espiritualidad” que “religión”…
La espiritualidad no se puede reducir exclusivamente a la religión. Las religiones institucionalizadas implican una exteriorización, una institucionalización del poder, no de la espiritualidad. La espiritualidad que pregona esa vivencia más íntima no puede ser institucionalizada. Puede ser inspirada desde arriba o fomentada desde nuestro alrededor, pero no institucionalizada.
¿Cuál es su lectura del fenómeno del fundamentalismo?
Asaltar los lugares sagrados de otros, supone acabar con los puentes culturales. La falta de respeto y la intolerancia son los principios del fundamentalismo. Al igual que la globalización homogeneizante, el fundamentalismo religioso va en detrimento de la espiritualidad. Nuestro país ha acusado en las últimas décadas el ascenso del radicalismo religioso. Tanto la globalización homogeneizante, como el fundamentalismo ponen en entredicho no sólo nuestras raíces culturales y espirituales, sino también nuestra economía.
No obstante, es preciso señalar que nuestras últimas elecciones han representado una expresión mayoritaria popular frente a los fundamentalismos y la guerra interreligiosa.
¿Por qué florece hoy el fundamentalismo?
La religión institucionalizada es patriarcal, reglamentada. Cuando siente inseguridad, se moviliza, asaltando a otras religiones.
En la línea de lo que apuntábamos, vemos dos claras direcciones en el mundo actual. Por un lado encontramos a las religiones institucionalizadas que se sienten detentoras de la única verdad. Creen que las demás religiones están equivocadas, que no sirven para nada. Éstas evolucionan hacia un creciente fundamentalismo, promoviendo cada vez más intolerancia.
Sin embargo por otro lado se encuentra la espiritualidad de la gente ordinaria, la de quienes toman las raíces de su propia religiosidad, pero al mismo tiempo reconocen la gracia de la diversidad cultural y espiritual. Sin duda alguna ésta es la opción de futuro, la que nos permitirá rehacer un mundo en paz.
¿Cómo siente el futuro de la humanidad?
Estoy esperanzada puesto que vivo mi vida con una gran fuerza espiritual. Si me preguntaras por el futuro desde un punto de vista político o económico, te diría que no soy optimista. Pero más allá del mundo material entran en juego otras energías y fuerzas que generan esperanza.
Evolucionamos a pasos agigantados. El cambio es la ley. La muerte y el renacimiento es también la ley de los sistemas. Caen unas instituciones, pero emergen otras más evolucionadas.
La espiritualidad implica adecuarse a esa ley natural de cambio constante. Sin embargo las instituciones se quieren a menudo congelar, carecen de esa idea de transformación.
¿Cuáles son las enseñanzas más importantes que le ha proporcionado su propia tradición?
Hemos de estar apasionados por lo que hacemos, pero desapegados totalmente de los resultados. En el Bhagavad Gita encontramos la enseñanza de que hemos de comprometernos en la acción, sin pensar si hemos de tener éxito. Lo que importa es que esa acción sea correcta, no sus resultados; que no genere consecuencias negativas (karma), si no al contrario consecuencias positivas.
¿Qué le quita el sueño?
Tengo un compromiso especial con llevar las necesidades básicas al mundo entero. Quiero dar todo mi ser en proporcionar agua y alimento para todos. Para lograr este objetivo hemos de hacer uso de la fuerza y creatividad, del acerbo de las diferentes culturas… Hemos de lograr que todos los habitantes de la Tierra, las futuras generaciones incluidas, tengan acceso a agua y comida. Son bienes que han de estar disponibles universalmente. Ello constituye la base del desarrollo sostenible. Este es mi compromiso presente y futuro.
¿A qué se debe ese esfuerzo suyo de acercar las redes sociales a la espiritualidad?
Las redes sociales no están aún enraizadas espiritualmente. Como seres sociales somos seres espirituales, es decir que estamos unidos a todo y a todos. En mi opinión el movimiento social que carece de un fundamento espiritual, no tendrá futuro, está condenado a desaparecer.
¿Ve por lo tanto Vd. en la lucha contra la contra la contaminación un reto también espiritual?
Si luchamos por la limpieza y la recuperación del río es porque sabemos que el agua es sagrada, que no se vende, ni se compra. Pongamos otro ejemplo: luchar por la pureza de las semillas supone también un empeño espiritual, no sólo social. Sabemos que la semilla es la fuente de la vida vegetal, una vida igualmente sagrada. Nuestra implicación en los movimientos sociales es inseparable de nuestra conciencia espiritual.
En estos momentos en que hemos llegado a tan altas cuotas de destrucción y de contaminación acumulada sobre todo por la industria del petróleo, los seres humanos hemos de hacer un gran esfuerzo. Ha de aflorar todo nuestra capacidad creativa, hemos de demostrar nuestro potencial para realizar un gran cambio a nivel planetario.
¿Pasará de moda la filosofía materialista?
Un ser con una perspectiva exclusivamente social no está preparado para hacer frente a los grandes problemas globales que en estos momentos afrontamos. El ser humano con una perspectiva materialista carece de respuestas suficientes ante una crisis de tamaño proporción como la actual. La perspectiva cósmica que nos procura la espiritualidad nos permite interiorizar una conciencia planetaria.
Aspectos aparentemente mundanos como la lucha por el derecho a la comida y el agua, constituyen el acto más espiritual
Gran formación y compromiso
Vandana Shiva es física y filósofa, amén de activista de fama mundial. Entre las múltiples tareas que desarrolla, destaca la dirección del “Research Fondation for Science, Technology and Natural Resource Policy”, un instituto independiente dedicado a la investigación de temas ecológicos y sociales que trabaja en directa colaboración con las comunidades locales. El instituto está ubicado en Dehrandun (India).
Muy crítica con la actual agricultura y tecnología reproductiva, es además, una de los líderes del “International Forum on Globalization”, junto con Ralph Nader y Jeremy Rifkin. En 1991, fundó “Navdanya”, un movimiento nacional para proteger la diversidad y la integridad de los recursos vivos, sobre todo de las semillas autóctonas.
“Protectores de la vida”
“A aquellos que han tratado de criminalizar la protección de la vida les decimos, haciéndonos eco del Arzobispo Tutu: ‘Ustedes ya han perdido. Necesitan apartarse del camino para que podamos protegernos unos a otros, a nuestros niños y a la vida en este planeta.’ El futuro pertenece a los Protectores de la Vida.”
Llamado a la responsabilidad
“Necesitamos alternativas para parar esta máquina y necesitamos alternativas por si no lo conseguimos. No queremos renunciar a la libertad. Para nosotros está claro que la libertad consiste en que el pequeño agricultor sobreviva en el siglo XXI y en que los pobres tienen derecho a alimentarse.
Todos deberíamos tener el derecho a vivir responsablemente respetando a los demás y al medio. Esta libertad no puede tomarse con frivolidad. Hemos de ser capaces de responsabilizarnos y obtener el espacio para ejercer una responsabilidad desde la que hemos de enfrentarnos creativamente a un viejo sistema que necesariamente va a su destrucción y es demasiado arrogante para reconocer la escala y la velocidad de la destrucción…” A favor de la biodemocracia
“Necesitamos reinsertar la tecnología dentro la ecología y la ética para asegurar que la totalidad de los costos ecológicos y sociales sean tomados en cuenta.
Lo que está en juego es la evolución de la naturaleza y la sobrevivencia de la gente, nuestra soberanía y libertad alimentaria; la integridad de la creación y nuestro sistema alimentario basado en una libertad progresista de la naturaleza y la libertad democrática de los pequeños agricultores y consumidores. La elección es entre el bio-imperialismo o la bio-democracia”.
Fuente: Fundación Ananta
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