6 mar 2010

La Sal del Tiempo- Otra vision cultural del tiempo


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Este documental se desarrolla en la mítica Tombuctú, la gran ciudad del desierto sahariano. Tuaregs y moros esperan el invierno para montar su caravana de la sal. El viaje a las salinas se realiza con camellos. LA CIUDAD MEDIEVAL DE TOMBUCTÚ La irrupción en el África septentrional de los conquistadores árabes supondría un cambio sustancial en el equilibrio económico, social y político del Sáhara. Plenamente avezados a sobrevivir en las regiones más inhóspitas, los árabes penetrarían en el Sáhara, extenderían el islam hasta Sudan-es-Bilad ("la tierra de los negros") y reanudarían el tráfico comercial del que se hizo eco Herodoto. Con ello, las noticias de las legendarias riquezas del África negra llegarían una vez más al mundo mediterráneo y, desde allí, a toda Europa. La sal, el oro y los esclavos eran las mercancías claves del nuevamente floreciente comercio transahariano.

NOS DICE UN TUAREG:
- Tuareg significa "abandonados", porque somos un viejo pueblo nómada del desierto, solitario, orgulloso: "Señores del Desierto", nos llaman. Nuestra etnia es la amazigh (Bereber), y nuestro alfabeto, el Tifinagh.

Allí, cada pequeña cosa proporciona felicidad. Cada roce es valioso. ¡Sentimos una enorme alegría por el simple hecho de tocarnos, de estar juntos! Allí nadie sueña con llegar a ser, ¡porque cada uno ya es!

¡Todos los días de mi vida habían consistido en buscar agua! Cuando veo las fuentes de adorno aquí y allá, aún sigo sintiendo dentro un dolor tan inmenso...

¿De verdad tan silencioso es el desierto?

- Si estás a solas en aquel silencio, oyes el latido de tu propio corazón. No hay mejor lugar para hallarse a uno mismo.

Ah, lo que más añoro aquí es la leche de camella... Y el fuego de leña. Y caminar descalzo sobre la arena cálida. Y las estrellas: allí las miramos cada noche, y cada estrella es distinta de otra, como es distinta cada cabra... Aquí, por la noche, miráis la tele.

- Tenéis de todo, pero no os basta. Os quejáis. ¡En Francia se pasan la vida quejándose! Os encadenáis de por vida a un banco, y hay ansia de poseer, frenesí, prisa... En el desierto no hay atascos, ¿y sabe por qué? ¡Porque allí nadie quiere adelantar a nadie!

- Reláteme un momento de felicidad intensa en su lejano desierto.
- Es cada día, dos horas antes de la puesta del sol: baja el calor, y el frío no ha llegado, y hombres y animales regresan lentamente al campamento y sus perfiles se recortan en un cielo rosa, azul, rojo, amarillo, verde...
- Es un momento mágico... Entramos todos en la tienda y hervimos té. Sentados, en silencio, escuchamos el hervor... La calma nos invade a todos: los latidos del corazón se acompasan al pot-pot del hervor...Aquí tenéis reloj, allí tenemos tiempo…

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