La respuesta puede suponer una sorpresa para muchos:Según un reciente informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el sector ganadero genera más gases de efecto invernadero –el 18 por ciento, medidos en su equivalente en dióxido de carbono (CO2)- que el sector del transporte. También es una de las principales causas de la degradación del suelo y de los recursos hídricos.
“El ganado es uno de los principales responsables de los graves problemas medioambientales de hoy en día. Se requiere una acción urgente para hacer frente a esta situación”, asegura Henning Steinfeld, Jefe de la Subdirección de Información Ganadera y de Análisis y Política del Sector de la FAO, y uno de los autores del estudio.
Si se incluyen las emisiones por el uso de la tierra y el cambio del uso de la tierra, el sector ganadero es responsable del 9 por ciento del CO2 procedente de la actividades humana, pero produce un porcentaje mucho más elevado de los gases de efecto invernadero más perjudiciales. Genera el 65 por ciento del oxido nitroso de origen humano, que tiene 296 veces el Potencial de Calentamiento Global (GWP, por sus siglas en inglés) del CO2.
La mayor parte de este gas procede del estiércol. Y también es responsable del 37 por ciento de todo el metano producido por la actividad humana (23 más veces más perjudicial que el CO2), que se origina en su mayor parte en el sistema digestivo de los rumiantes, y del 64 por ciento del amoniaco, que contribuye de forma significativa a la lluvia ácida.
El informe de la FAO explica que la ganadería utiliza hoy en día el 30 por ciento de la superficie terrestre del planeta, que en su mayor parte son pastizales, pero que ocupa también un 33 por ciento de toda la superficie cultivable, destinada a producir forraje. La tala de bosques para crear pastos es una de las principales causas de la deforestación, en especial en Latinoamérica, donde por ejemplo el 70 por ciento de los bosques que han desaparecido en el Amazonas se han dedicado a pastizales.
Los rebaños provocan al mismo tiempo daños en el suelo a gran escala, con cerca del 20 por ciento de los pastizales degradados a causa del sobrepastoreo, la compactación y la erosión. Esta cifra es aún mayor en las tierras áridas, en donde unas políticas erróneas y una gestión ganadera inadecuada han contribuido al avance de la desertificación.
La actividad ganadera figura entre los sectores más perjudiciales para los cada día más escasos recursos hídricos, contribuyendo entre otros aspectos a la contaminación del agua, la eutrofización (proliferación de biomasa vegetal debido a la excesiva presencia de nutrientes, ndr) y la destrucción de los arrecifes de coral. Los principales agentes contaminantes son los desechos animales, los antibióticos y las hormonas, los productos químicos utilizados para teñir las pieles, los fertilizantes y pesticidas que se usan para fumigar los cultivos forrajeros.
LONDRES, 15 jun (Reuters) - El ex Beatle Paul McCartney ha lanzado la campaña 'Lunes sin carne' en Reino Unido, en un intento de ayudar a combatir el cambio climático.
Este proyecto ya se ha lanzado en EEUU y Australia.
Según Naciones Unidas, el sector ganadero es responsable de en torno al 18 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero, a los que se culpa del calentamiento global. Esa cantidad es mayor de la que se atribuye a la industria de transportes.
Comer menos ternera, cerdo o pollo se defiende a menudo como un método de reducir esas emision'Tener un día sin carne a la semana es en realidad un cambio significativo que todo el mundo puede dar, que llega al centro de muchos aspectos políticos, medioambientales y éticos importantes a la vez', añadió en www.supportmfm.org.
'Así, no sólo afecta a la polución sino también a una mejor salud, al tratamiento ético de los animales, al hambre en el mundo y al activismo político y de comunidades.
Este proyecto ya se ha lanzado en EEUU y Australia.
Según Naciones Unidas, el sector ganadero es responsable de en torno al 18 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero, a los que se culpa del calentamiento global. Esa cantidad es mayor de la que se atribuye a la industria de transportes.
Comer menos ternera, cerdo o pollo se defiende a menudo como un método de reducir esas emision'Tener un día sin carne a la semana es en realidad un cambio significativo que todo el mundo puede dar, que llega al centro de muchos aspectos políticos, medioambientales y éticos importantes a la vez', añadió en www.supportmfm.org.
'Así, no sólo afecta a la polución sino también a una mejor salud, al tratamiento ético de los animales, al hambre en el mundo y al activismo político y de comunidades.
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