La religión futura no se basa en los rituales.
No habrá mucha veneración y sí mucha celebración.
De hecho, la celebración es la única forma de venerar.
Se bailará y cantará mucho, pero a ningún dios en particular,
sino a la existencia misma.
Será un efluvio del corazón, una comunión del corazón.
Basta con bailar sin que sea para alguien.
Basta con cantar sin que vaya dirigido a nadie.
Basta con rezar sin que sea en un templo,
una iglesia o una mezquita.
De hecho, ni siquiera hay que rezar,
basta con tener un corazón devoto.
Será una religión que no estará reducida a una doctrina,
a un dogma; una religión
que no te proporcionará una filosofía,
y, sin embargo, te dará una visión
de una dimensión de la realidad diferente".
Osho, La revolución. Sobre la poesía y las canciones de Kabir
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