Si no sabéis como amar al prójimo, no podéis amar a Dios.
Antes de depositar una ofrenda en el altar de Dios,
debéis reconciliaros con el prójimo,
porque al hacerlo os estaréis reconciliando con Dios.
Significa que sólo podéis percibir a Dios a través de sus criaturas;
no podéis comprender lo que es el amor, el amor hacia Dios,
hasta que no practiquéis el amor hacia el género humano.
Hasta que no aprendáis a percibir el mundo del nacimiento y la muerte,
no podréis percibir el mundo del no-nacimiento y la no-muerte”
Thich Nhat Hanh
Del libro “Volviendo a casa”
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